Una de las mayores preocupaciones de los padres de familia es reconocer los sitios de encuentro de sus hijos adolescentes. Consultados algunos de ellos, respondieron inquietudes sobre lo que significa el Centro Comercial Portal del Quindío como su ruta de descanso y entretenimiento.
Más de la mitad se identificó con los espacios abiertos, las posibilidades de entablar conversaciones sin presiones, sin apuros y con absoluta comodidad. Descubrieron un lugar amañador de la ciudad, que les provee lo que buscan: independencia y autonomía sin violar ninguna regla de casa.
Su nivel favorito es el tercero, muy cerca a los cinemas pero alejados del flujo de los primeros pisos. A su edad han conquistado poco a poco un terreno en el que se sienten más seguros, más libres, menos observados. Entre sus planes favoritos está verse una película, permanecer pendientes de los estrenos y siempre estár en grupo, acompañados, marcando su territorio.
Observar las vitrinas e identificarse con las últimas tendencias de la moda es una actividad que hacen con regularidad. Es evidente que los almacenes de ropa juvenil o deportiva ocupan su atención.
Por su parte los padres muestran gran aceptación por la influencia que ejerce sobre ellos el Portal del Quindío como punto de encuentro. La seguridad del lugar, la ubicación geográfica en la ciudad, el acceso del transporte público y las opciones de diversión son factores que satisfacen a los progenitores. Sin embargo, para los jóvenes existen más argumentos que los hacen asiduos visitantes del Portal: la conectividad que les facilita maniobrar sus dispositivos móviles y la oferta gastronómica con menús livianos y rápidos. De hecho, el talento humano del centro comercial fija constantemente su interés en este amplio grupo social, buscando sembrar los afectos por un sitio muy familiar en el que los jóvenes siempre son bienvenidos.
